Espacio abierto para todos los alumnos de TaoSmiling


Maite Chamón
Creadora del método TaoSmiling
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Amigos TaoSmiling vosotros sois un lujo medio ambiental!! Solo con estar a vuestro lado, el planeta se oxigena.

El 5 de junio, es el Día Internacional del Medio Ambiente y Taosmiling quiere contribuir y recordar desde nuestro trabajo:

Mujeres y Hombres, seres curativos!
TODOS LOS DIAS DEL AÑO, A POR ELLO!!

Todos los contenidos de este artículo son fragmentos del manual del curso “Los Dones del ciclo ovárico” creado por Maite Chamón en Agosto del 2006.

Cada célula es una especie de persona que vive en un ambiente determinado, toma vida, come y excreta en ese medio, y en la medida que nosotros fortalezcamos a la célula, en la medida que le demos un apoyo a la función celular, esa función no solamente va a contar con su propia fuerza, sino que va a tener la fuerza de su dios, “ya que nosotros somos su dios”
El secreto de la vida y la juventud consiste en una adecuada nutrición celular, y en el mantenimiento y acrecentamiento del poder homeostático. Cada célula es un pequeño mundo donde se realizan reacciones químicas extraordinariamente complejas. Los constituyentes químicos del cuerpo se renuevan continuamente. En este mundo celular de las reacciones químicas, tiene una tremenda influencia el soberano de todo este sistema. Es increíble la fuerza de los sentimientos en una persona en un momento dado, sus pasiones, la envidia, el odio, y como esto llega como un latigazo a la célula y trastorna su delicado equilibrio interno, lo perturba y provoca numerosos traumas.
A veces sin darnos cuenta de las consecuencias que mencionamos, hay personas que actúan como dioses perversos con su cuerpo, dándole órdenes inconscientes de naturaleza destructiva sin valorar este fenómeno: a las células en un momento dado no les queda otra cosa que obedecer. También puede ocurrir a veces que no existan órdenes destructivas, pero como falta un estímulo positivo, las células quedan libradas a su propia suerte.
Todos los estados de sufrimiento pasivo, depresión, ira, venganza, envidia… son vibraciones destructivas, de aniquilación y cuando el sujeto siente estos estados anímicos está transmitiendo a sus células una orden de destrucción y muerte.

Tenemos en nuestro cuerpo físico 26 trillones de células, a las cuales definiremos como dioses atómicos. Cada célula es el vehículo en este plano físico de un ser espiritual microscópico, que podría llegar según su estado de conciencia y desarrollo, a convertirse en un ser humano.
¿No sería mejor apoyarlos y enviarles constantemente un mensaje positivo de vida y amor si queremos gozar de buena salud y transmutar efectivamente nuestro cuerpo físico para darle un estado de conciencia con el fin de que sea un Todo armónico y luminoso al servicio de nuestro Ser?

Maite Chamón